martes, 1 de marzo de 2011

FJB llama a los jóvenes a soñar y trabajar conscientes de su papel histórico

Con un mensaje en el que se invita a la juventud dominicana a tener fe en el país y a seguir soñando y construyendo un futuro de liberación para todos y todas como lo soñaron los padres de la patria, la Fundación Juan Bosch –FJB- marcó el inicio de un programa de actividades conmemorativas del 167 aniversario de la Independencia Nacional.

El mensaje fue leído por Patricio Bosch, luego de que esta institución, conjuntamente con centros educativos y organizaciones de la sociedad civil, depositara una ofrenda floral en el altar de la patria.

La entidad destaca que Juan Bosch, igual que los padres de la patria, asumió un compromiso por el país y nos enseñó que para acometer esa tarea, no basta con tener sueños e ideas, sino que es también necesario trabajar para hacerlos realidad. "Duarte tuvo como combustible una fuerza colosal: la fe. Fe en que en esta tierra pequeña, en este pequeño "país en el mundo", era posible el sueño de una república de hombres y mujeres libres. En la República Dominicana, todos los patriotas no sólo han tenido gran valentía; han tenido que ser siempre grandes soñadores".

La institución sin fines de lucro, destaca que la obra de Duarte fue grande porque la gente luchó por ella, como lo ha hecho por otras causas."Duarte fue grande por no vacilar en organizar a los hombres y las mujeres, para llevar a cabo ese ideal; y tuvo el coraje y la decisión para convertir sus sueños en realidad, razón por la cual debe ser considerado como "un maestro de esperanzas y un ejemplo para que los jóvenes sigan soñando y construyendo".

La Fundación Juan Bosch consideró que el proyecto independentista es grande porque el pueblo lo asumió. Para Bosch es el pueblo el que hace la historia, no los "grandes hombres". Duarte es grande porque ayudó al pueblo a empoderarse de su rol histórico.

En su mensaje con motivo del mes de la patria, la organización invitó a la juventud a imitar los ejemplos de Duarte y de Bosch. "Ahora ese futuro es nuestro presente, el porvenir que estos buenos dominicanos anhelaron, más humano y feliz. ¿Quiénes serán los Duarte y los Bosch de este siglo? "El porvenir –dijo el Profesor- es obra de sus hijos más que de sus padres, de los que viven y de los que van a vivir. La obra buena de los muertos es propiedad de la historia; pero la obra buena del porvenir es el fruto de las buenas intensiones y de la capacidad para convertirlas en hechos".

En el acto en el altar de la patria estuvieron presentes profesores y estudiantes de los colegios de La Salle, Mahatma Ghandi, San Pío X, Santa Clara, la escuela Profesor Juan Bosch, de la puya; el politécnico Nuestra señora del Carmen y el Instituto de Señoritas Salomé Ureña. También estuvieron presentes organizaciones de la sociedad civil, entre ellas el Comité por los Derechos Barriales –COPADEBA-, ...y otras.

En el programa de actividades por las efemérides patrias, la institución también tiene contemplada la realización de un conversatorio titulado "Memorias del futuro: Independencia y Liberación Nacional en el pensamiento de Juan Bosch", el que se realizará el lunes, 28 de los corrientes, en la Casa de la UNESCO, ubicada en la calle Luperón no. 105, en la zona colonial, a las 6:30 p.m.

MENSAJE EN EL MES DE LA PATRIA 2011

"Seguid jóvenes amigos, dulce esperanza de la patria mía; seguid con tesón y ardor en la hermosa tarea que habéis emprendido, y alcanzad la gloria de dar cima a la grandiosa obra de nuestra generación política, de nuestra independencia nacional". Resuenan hoy las palabras de Juan Pablo Duarte, quien nos habla de joven a joven, dejándonos la ofrenda de su sacrificio.

El día en que Duarte -nuestro Duarte, creador de la bandera nacional- fundó La Trinitaria, no tenía más que 25 años de edad. El 27 de febrero de 1844, apenas cumplía 31 años. Ya se cumplirán 167 del heroico acto en que los trinitarios obsequiaron a la patria el grito de independencia.

Juan Bosch nos enseñó que para acometer esa tarea, que nos dejó pendiente, Duarte tuvo como combustible una fuerza colosal: la fe. Fe en que en esta tierra pequeña, en este pequeño "país en el mundo", era posible el sueño de una república de hombres y mujeres libres. En la República Dominicana, todos los patriotas no sólo han tenido gran valentía; han tenido que ser siempre grandes soñadores.

Duarte, que escuchó a distancia el trabucazo de aquel 27 de febrero, fue grande también por dos cosas: no vaciló en organizar a los hombres para llevar a cabo ese ideal; y tuvo el coraje y la decisión para convertir sus sueños en realidad. Duarte es un maestro de esperanzas y un maestro de que los jóvenes tenemos que soñar y construir.

Duarte no fue un idealista y su obra es grande porque el pueblo luchó por ella. La isla no tuvo que hundirse, como él advirtió, porque este pueblo en heroicas batallas hizo suya la causa independentista. Al grito de Independencia, Igualdad y Libertad, 19 años después este pueblo humilde y valiente enfrentó al poderoso imperio español para restaurar su soberanía. Las obras grandes, vemos, no son obras de un hombre solo o de unos pocos; no son fruto de individualidades: las ideas buenas en manos de un pueblo son las que cambian la historia. Esa es otra lección. Como dijo Juan Bosch: "No hay arma más poderosa que la verdad en manos de los buenos".

En este 2011, faltando dos años para el bicentenario del natalicio de Juan Pablo Duarte, estaremos celebrando próximamente, los primeros 102 años del nacimiento de otro buen dominicano: Juan Bosch. Quien, como los buenos patriotas, supo soñar, tuvo el coraje, el espíritu de sacrificio y la decisión para trabajar sin descanso, y supo poner la verdad en manos de este pueblo bueno para construir un futuro mejor.

Ahora ese futuro es nuestro presente, el porvenir que estos buenos dominicanos anhelaron, más humano y feliz. ¿Quiénes serán los Duarte y los Bosch de este siglo? "El porvenir –dijo el Profesor- es obra de sus hijos más que de sus padres, de los que viven y de los que van a vivir. La obra buena de los muertos es propiedad de la historia; pero la obra buena del porvenir es el fruto de las buenas intensiones y de la capacidad para convertirlas en hechos".

Queremos imaginar que hay aquí 1000, 2000 o más Duartes y Bosch para la patria. Que ellos serán, como los que buscaban esos Juanes, jóvenes de calidad, con espíritu de sacrificio y de una moral recia. Solo esos serán dueños del futuro. En este 2011, ustedes pueden ser los nuevos y las nuevas Juanes. Ustedes son la Generación del Centenario. Ustedes pueden decirles al patricio y al profesor: "Jóvenes amigos, seguimos su obra con tesón y ardor". Adelante.

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