martes, 21 de diciembre de 2010

El Astro Rey

(Inspiración Mañanera)

Por Elisa Mercedes

Hoy me levanté temprano y quise subir a verte mi astro rey. Eran las 5:55 de la madrugada. Estaba en la azotea de mi pequeña covacha, dentro de aquel armazón de bloques, varillas y cemento, que comparto con chinos, haitianos, colombianos, ecuatorianos y con ciudadanos de otras nacionalidades.

Allá a lo lejos, por encima de aquel caserío capitalino, de concreto y zinc, se dejaba ver tu llegada como una bola de fuego, entre nubes grisáceas y el azul de algunas partes del cielo.

Detrás de mí, la luna, aún se resistía a abandonar el escenario, acompañada en aquella aventura, por varias estrellas que apenas brillaban.

Sí, estás ahí, subiendo, clarificándolo todo, dejando ver los techos alegres y los tristes de mi pueblo, afanosamente despierto, pero aún dormido.

Espero ansiosa que te manifiestes, ansío disfrutar de tu abrazo. El calor de tu llegada me liberará del frío furtivo de la mañana.

Han pasado varios minutos y ya el amarillo de tu primera presencia toca levemente mi rostro, cual enamorado devoto que con sus manos de brisa, suavemente aleja mi cabello y estampa un beso en mi mejilla.

Estoy extasiada con tus bondades, no solo diste vida a mi pelo, a mis ojos y a mi piel morena, también me dejaste ver el ejército de hormigas que laboriosas entre todas, de alguna manera, organizadas, cargaban en sus frágiles cuerpos la migaja de pan que alimentará a su comunidad.

Con tu llegada, astro rey, pude apreciar la rosa pequeña que en mi masetero creció. ¡Oh, sorpresa! No había visto aquel nido de pájaros cuyo trinar se escucha como el dulce sonido de un beso.

Cuando llegaste, me trajiste la claridad, la luz que necesito para avanzar. El color amarillento de tu llegada, me indica que hay una revolución, con sombrillas, gorras o ropa amarilla, demandando el 4 por ciento para la educación.

Y es que, astro rey, eres el sol que da vida. Eres luz que al conocimiento inspiras ¿Cómo negarme a vestirme de ti si hay tantas personas a mi alrededor, en la oscuridad, perdidas?

La claridad de tu luz les ha sido negada y son esclavos y esclavas sin horizonte y sin mañana. Y así, millones de mi pueblo intentan avanzar, a esta hora cuando te saludo al llegar, esas personas van afanosamente despiertas, pero aún dormidas están.

Oh astro rey, tu nombre es conocimiento, sol de infinita luz, ojalá que para siempre, sigas saliendo para todas y todos y que al democratizar la educación, vayamos trillando un futuro nuevo para nuestra nación.

6 de Diciembre del 2010.-

1 comentario:

Melania Febles Dalmasí dijo...

Dama!. Maravillosa inspiración. Ojalá que esa luz divina ilumine siempre tu vida y marque tu camino.
Sabes qué?, ahora son las 6:00 AM y desde mi oficina-cepo veo la luna, que parece transparente y se resiste a irse. Creo que espera al sol porque está enamorada de el.